Hola de nuevo.
Pues estoy de vuelta, con algún avance para la restauración de mi Land Rover serie IIa de 1972. Una vez que terminé de reparar el chasis estaba listo para la pintura. Así que lo elevé, le quité las ruedas para poder tener mejor acceso y a pintar. Lo primero que hice fue tapar el motor para, a continuación, repasar el chasis con el cepillo metálico y dejarlo lo más limpio posible.
El motor tapado. En esta foto se ve muy bien el aspecto herrumbroso y feo que tiene el chasis.
Una vez cepillado, procedí a tapar todo lo demás que no quería que fuera pintado, el tubo de escape, las gomas de los amortiguadores las tuercas de las puntas de los palieres...
... La caja de la dirección.
Todo listo para coger la pistola y empezar a "construir".
La verdad es que la pintura hace mucho, la puntera en primer plano, anteriormente reparada y con una pinta un poco fea, parece otra una vez aplicada la pintura.
El efecto del chasis completo es muy bueno.
La forma del chasis no lo pone fácil a la hora de pintar, sobre todo en algunos rincones.
la parte trasera del chasis, ya no parece que la viga trasera sea postiza, la pintura lo uniforma todo.
La parte central. En algunos sitios faltaría algo más de pintura y hay algún pequeño punto donde incluso la pintura no ha llegado, pero es innegable el estupendo aspecto que tiene ahora el chasis.
Una vez limpio el sitio luce mucho mejor.
Aún queda trabajo por delante...
Hasta pronto.