Por las fotos que puse en la entrada anterior, se podría pensar que el coche, Romero estaba ya terminado, pero no, aún le queda bastante, si bien no tanto como parece.
A pesar de lo que puede parecer en esta foto, en la que se ve el chasis completamente desnudo, no queda tanto, de hecho estoy a la espera de terminar la caja trasera de carga, puesto que una vez pintada se podrá colocar en su sitio y montar los travesaños bajo las puertas que van al mamparo y a partir de ahí montar la cabina, suelo, soporte de asientos, tapas, perfiles inferiores, puertas, piezas todas ya pintadas y listas, a excepción de las tres puertas.
La instalación eléctrica está terminada, el circuito de frenos purgado y funcionando, igual que el de embrague, el circuito de combustible aún sin purgar, pero el motor ya mueve con la batería, el circuito de calefacción instalado y funcionando, vamos, que desde que pinte la caja trasera hasta que el coche funcione va a pasar muy poco tiempo.
Viendo el estado de la chapa, lo sorprendente era que se sostuviera. El cristal también será aprovechado.
El nervio de acero de la parte inferior está muy estropeado de cerrar la puerta descolgada por desgaste de los bulones de las bisagras, el nervio superior está completamente podrido por acumulación de humedad, seguramente el refuerzo de chapa soldada contribuyó a empeorar el problema.
La puerta derecha reparada con masilla una vez que se han sacado los bullones con el martillo, están repintadas sobre el original que se aprecia en la parte superior, así que un buen lijado será suficiente tras el enmasillado para dejar la puerta lista para pintura.
La puerta izquierda está aún en mejor estado, es un alivio que el óxido que presentan en los taladros para las bisagras sea superficial.
Parte trasera de la caja donde se sujeta con el chasis. La chapa de aluminio en esta parte está bastante estropeada, es algo estético, puesto que la sujeción real la hace una pieza de a ero que hay debajo, pero trataremos de arreglarlo.
Y de momento es todo.