Llegó la pandemia de Covid-19, y no podré aportar más de lo que se ha dicho y escrito de esos días oscuras, de incertidumbre y miedo. Ahora en la distancia escribo esto ya relajado, y os cuento cómo aproveché para cambiar los rodamientos de los bujes traseros de mi Land Rover Santana 109 de 1972.
Tras las severas restricciones, y aprovechando las ocasiones y condiciones en que se podía salir, me acercaba a la cochera y aprovechaba el tiempo para cambiar los rodamientos traseros, si no hubiera sido por la pandemia, no sé si lo hubiera hecho, bueno, lo habría hecho, pero seguro que más tarde, puesto que el sustituir los bujes suponía tener el coche parado, pero como iba a estar parado de todas maneras...
Así las cosas vamos a empezar, y lo primero es elevar el coche para poder retirar las ruedas traseras, obviamente, tenía todas las piezas en mi haber, perdidas con anterioridad a la hora de acometer la restauración, y es que esta operación era algo que tenía previsto hacer. Preparado gato hidráulico y las probetas de hormigón para soportar el coche en el aire.
Levantamos el coche con el gato, ponemos los soportes debajo, y lo bajamos, ya podemos quitar las ruedas..
La del otro lado...
Quitamos los tambores sacando los tornillos que los sujetan al buje, es posible que si están muy apretados necesitemos un destorgolpe...
Una vez retiradas las tuercas y arandelas, podemos sacar el buje, aquí ya retirado el del lado derecho, al fondo se puede ver el palier de este lado...
...y aquí tenemos el buje retirado ya del lado izquierdo, lo que se ve los los ejes huecos sobre los que apoyarán los rodamientos, por el hueco entra el palier.
En estas cajitas viene el juego completo para sustituir los rodamientos del buje, incluye los dos rodamientos con sus pistas, un retén de goma, un retén de fieltro, una arandela de bloqueo, una junta y un par de sobres con grasa consistente para los rodamientos.
Todo preparado y listo para cambiar.
Lo primero es sacar el retén de goma y los rodamientos con sus respectivas pistas...
...se aprecia ligeramente que los rodamientos no son cilíndricos, sino troncocónicos, se montan con las inclinaciones enfrentadas para compensar los empujes que tendrá el buje y mantenerlo en su sitio,
...aunque aparentemente no presenten desperfectos graves, más de cuarenta años de funcionamiento han hecho algún desgaste, no es ningún disparate su sustitución, y si se hace correctamente, puede durar otros cuarenta, además de conocer perfectamente el estado en que se encuentran las distintas partes que vamos revisando.
Para colocar los rodamientos podemos favorecer la operación jugando con la dilatación y contracción de los materiales, calentando el buje y enfriando los rodamientos, la diferencia de tamaño es muy pequeña, pero facilitará el montaje, si no se recurre a esta técnica costará algo más, pero con paciencia se podrá realizar igualmente.
Podemos utilizar la pista vieja como sufridera para golpear la nueva y llevarla a su posición, los golpes deben ser moderados, aunque suficientes para ir introduciendo la pista poco a poco y tienen que repartirse por toda la superficie, para conseguir que se vaya colocando gradualmente y de forma uniforme.
Debemos tener en cuenta que cada uno de los rodamientos es de tamaño ligeramente diferente.Cuando la pista está en su sitio el sonido del golpe cambia completamente, repasaremos para asegurarnos que está correctamente en el alojamiento y pasaremos a colocar la del otro lado.
Tenemos los rodamientos en su sitio y aprovechamos también para limpiar los bujes y darles una pasada de pintura negra...
Ahora sí, rodamientos colocados y engrasados, retén en su sitio y buje pintado, podemos proceder a su montaje...
...lo presentamos el el eje y lo llevamos hacia atrás hasta que haga tope, si lo vamos llevando con un mazo de nilon, el cambio de sonido nos indicará que ha llegado a su posición como anteriormente.
Roscamos la primera tuerca con la mano hasta que llegue a la arandela.
Y ponemos ahora la arandela que bloqueará las dos tuercas que fijarán el buje en su posición, en la fotografía se aprecia la vieja, con la pestaña que impedirá en giro de la arandela al ir encajada en la ranura del eje antes mencionas, el giro de las tuercas se impedirá doblando las alas sobre los flancos de las tuercas, pero antes hay que ver cuánto se han de apretar esas tuercas...
Colocamos la arandela nueva, y ya podemos ver que vamos a utilizar un reloj comparador para apretar las tuercas del buje correctamente.
Y colocamos la segunda tuerca. En los montajes de otras partes del coche nos indican la fuerza con la que debemos apretar esta o aquella tuerca o conjunto de tuercas, para el buje no se indica ese dato, y es que en lo que debemos fijarnos es en el juego lateral que tenga el buje.
Una vez el juego esté dentro de la tolerancia indicada apretaremos las tuercas y volveremos a comprobar, por si el apriete ha cambiado el juego, es una operación bastante entretenida.
Ahora solo queda fijar los palieres a los bujes, lamentablemente no hice fotos de la operación, la pieza en cuestión se introduce en el palier con su junta para encararla con las seis roscas que lo fijarán al buje, y esa pieza se fija al palier con una tuerca almenada que se bloquea con un pasador. Un capuchón metálico cubrirá el conjunto protegiéndolo de la suciedad. En una entrega próxima volveré a repasar esto puesto que instalaré los liberadores de las ruedas delanteras y explicaré esto de nuevo.
Hasta entonces.
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