El coche está terminado, o por lo menos lo principal que se tenía proyectado, porque ahora sé que siempre estaré haciéndole cosas al coche, mejorando, cambiando, reparando... Ha nevado de nuevo, así que decido salir de excursión y disfrutar de mi coche.
La luz es espectacular y el cielo despejado ayuda a que el día luzca fantástico, pero no os dejéis engañar por las apariencias, hace bastante frío.
Salimos del asfalto y entramos en un camino con nieve, así que tengo la oportunidad de conectar los liberadores de las ruedas delanteras para tener tracción total.
El trayecto ha sido normal, la conducción con estos coches es totalmente distinta a la de un coche normal, es ruidoso, incómodo y lento, pero si se sabe llevar, puede meterse por cualquier sitio...
Esta será la primera vez que disfruto de la camperización de mi coche, aunque sea una cosa sencilla y simple.
La mesa desmontable de la puerta trasera permite, por ejemplo preparar un café.
El habitáculo trasero se configura ahora como el lugar idóneo para disfrutar del café recién preparado.
Los colores del coche se replican en el paisaje, pero a la inversa.
La calefacción que instalé el el coche no es demasiado fuerte, pero se agradece aunque caliente poco.
Me encantan estas fotografías, no sé qué más comentar.
Aquí podemos apreciar un detalle de la guarnición de la puerta.
Hasta luego.
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